El arte egipcio consta de obras monumentales que generalmente tenían carácter simbólico funerario o religioso. Aunque el concepto de Arte es moderno, es perfectamente utilizable en la arquitectura, escultura, pintura y joyería egipcias, siendo muchas de sus realizaciones auténticas obras de arte y no simples trabajos de artesanía. Gracias al seco clima de Egipto y a ser enterradas por la arena del desierto, o por sus propietarios, para gozar de ellas en la "otra vida", nos han llegado en aceptable estado de conservación multitud de auténticas obras de arte.
Arquitectura: La arquitectura del Antiguo Egipto monumental se caracteriza por el empleo de la piedra, en grandes bloques, con sistema constructivo adintelado y sólidas columnas. Debido a la escasez de madera, los dos materiales de construcción predominantemente usados en el antiguo Egipto eran el adobe (ladrillos de barro) y la piedra, fundamentalmente piedra caliza, también piedra arenisca y granito en cantidades enormes.
Las pirámides eran parte de un conjunto funerario, surgiendo como grandes edificaciones monumentales.
Los templos egipcios son la imagen de la casa del dios. En la época predinástica eran simples capillas de techo arqueado, construidas con elementos vegetales. Durante las primeras dinastías pudieron surgir los primeros templos de adobe.
Pintura: Eminentemente simbólica. La técnica pictórica de los egipcios fue un precedente de la pintura al fresco o témpera. Sus colores fueron vivos y variados en cada escena y las más antiguas pinturas que se conocen fueron polícromas, y de colorido uniforme.
Escultura: Las esculturas y bajorrelieves se ceñían a una serie de convencionalismos, cánones o normas que se mantuvieron invariables en casi todos los periodos durante tres mil años. Ley de la Frontalidad, Jerarquía, Hieratismo, Canon de perfil, Ausencia de perspectiva, Uso de colores planos.
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